Importancia del Control Ginecologico Anual y La Colposcopia

Todos conocemos la importancia del examen ginecológico anual que se deben realizar todas las pacientes desde que inician su actividad sexual.

Este chequeo es básico porque nos ayuda a detectar o controlar distintas afecciones ginecológicas tales como procesos infecciosos o inflamatorios que podrían en un momento determinado ocasionar consecuencias importantes como por ejemplo conducir a la infertilidad o esterilidad.

Pero la importancia fundamental del chequeo anual es poder detectar oportunamente algún proceso pre-maligno o maligno del tracto genital inferior (vulva, vagina y cuello del útero).

El control ginecológico debe incluir el examen clínico ginecológico, control mamario, ecografía pélvica y endovaginal, y sobre todo el papanicolau que es un examen que nos permite diagnosticar los mencionados cambios celulares del cuello uterino. Adicionalmente se debe realizar una colposcopía que es un estudio que nos permite observar en detalle el cuello del útero, localizar posibles lesiones y en caso de ser necesario realizar una toma de tejido (biopsia) ayudando de esta forma al DIAGNOSTICO temprano del cáncer del cuello uterino (cérvix).

El cáncer de cérvix sigue siendo el más frecuente de todos los tipos de cáncer femenino en los países subdesarrollados, y por ende, una de las principales causas de muerte de la mujer.

El papanicolau nos ayuda en gran medida a diagnosticarlo a tiempo, pero en algunos casos se necesita un estudio adicional como la colposcopía ya que existe cierto porcentaje de papanicolaus falsos negativos que podrían dejar pasar por alto alguna lesión uterina. Además con la colposcopía se pueden diagnosticar lesiones mínimas en el cuello uterino, la vagina o la vulva que de otra manera son imposibles de detectar por ser totalmente asintomáticas. También es el método más sensible para la detección de lesiones producidas por el virus del papiloma humano (HPV).

Pero la importancia fundamental del chequeo anual es poder detectar oportunamente algún proceso pre-maligno o maligno del tracto genital inferior (vulva, vagina y cuello del útero).

El control ginecológico debe incluir el examen clínico ginecológico, control mamario, ecografía pélvica y endovaginal, y sobre todo el papanicolau que es un examen que nos permite diagnosticar los mencionados cambios celulares del cuello uterino. Adicionalmente se debe realizar una colposcopía que es un estudio que nos permite observar en detalle el cuello del útero, localizar posibles lesiones y en caso de ser necesario realizar una toma de tejido (biopsia) ayudando de esta forma al DIAGNOSTICO temprano del cáncer del cuello uterino (cérvix).

El cáncer de cérvix sigue siendo el más frecuente de todos los tipos de cáncer femenino en los países subdesarrollados, y por ende, una de las principales causas de muerte de la mujer.

El papanicolau nos ayuda en gran medida a diagnosticarlo a tiempo, pero en algunos casos se necesita un estudio adicional como la colposcopía ya que existe cierto porcentaje de papanicolaus falsos negativos que podrían dejar pasar por alto alguna lesión uterina. Además con la colposcopía se pueden diagnosticar lesiones mínimas en el cuello uterino, la vagina o la vulva que de otra manera son imposibles de detectar por ser totalmente asintomáticas. También es el método más sensible para la detección de lesiones producidas por el virus del papiloma humano (HPV).

La colposcopía se realiza con un aparato llamado colposcopio que consiste en una lupa binocular con iluminación propia. Para realizar el examen se coloca un espéculo que permite ampliar la cavidad vaginal para poder visualizar el cuello del útero y luego colocar el colposcopio para poder observar en forma directa y ampliada toda la superficie del cuello uterino y las paredes vaginales. Se aplican ciertas soluciones que nos permiten diferenciar la mucosa normal de la patológica; y se utilizan filtros de luz que permiten identificar el epitelio alterado con mayor detalle.

La colposcopía es por lo tanto, un estudio cuyo resultado se obtiene en el mismo momento, a diferencia del papanicolau en el que se extrae material (células) que luego será estudiado mediante el microscopio por el médico citopatólogo quien luego emite su informe.

Si en la colposcopía el especialista encuentra alguna zona sospechosa de anormalidad se puede realizar una biopsia sobre dicha área para que también sea estudiada por el patólogo.

Adicionalmente con la colposcopía se puede también estudiar a la pareja sexual masculina realizando un examen colposcópico (penescopía) al varón, en caso de ser necesario.

La colposcopía es un examen indoloro y debe realizarse periódicamente. Recuerde que las lesiones incipientes o iniciales del cáncer de cuello de útero no producen síntomas y son totalmente curables, de ahí la importancia del control periódico.